viernes, septiembre 30, 2005

Penúltimo

Hoy dejo la casa en la que he estado viviendo durante 5 años y medio casi, mucho tiempo, ahora me parece mucho tiempo, con el paso de los años me parecerá que fue poco, y que 5 años no son nada.

La casa se va quedando vacía, cada una hemos ido despojando la casa de las cosas con las que la habíamos llenado, los armarios están vacíos, en las estanterías ya no hay libros, en las paredes ya no hay cuadros, la nevera está vacía, ya no está la tele, el teléfono dejó de funcionar.... y llenamos la casa de cajas que enseguida retiramos.

Viene gente a ver el piso, y tú sientes que te están “quitando” algo que es tuyo, pero es contradictorio xq eres tú quien lo quiere dejar, he conocido al chico q va a ocupar mi cuarto, y le miro como si fuese un intruso, miro el cuarto y me vienen imágenes de momentos vividos allí, de risas, de lágrimas, de visitas de amigos, de personas amontonadas durmiendo allí, de frío, de calor, de música escuchada allí, de libros leídos allí, de él acostado conmigo allí...y me pregunto si con el paso de los años me acordaré de todo esto con la nitidez con la que lo recuerdo ahora.
He hecho fotos a mi habitación antes de despojarla de todo, no quiero recordarla vacía.

Ayer cenamos las 3 juntas, es algo q no solíamos hacer, A y yo si coincidíamos, pero con L no, ella llegaba tarde y nosotras a esa hora ya habíamos cenado; cuando terminamos ayer nos quedamos las 3 calladas, no sabíamos muy bien qué decir, cuando nos fuimos a dormir, nos dijimos “Buenas noches” y las puertas de cada habitación se fueron cerrando, las 3 éramos conscientes de que esa sería la última noche que dormiríamos juntas en esa casa.
Me costó algo más de lo normal dormirme, (bueno en 20 min me dormí, pero como suelo tardar 5 min en quedarme dormida, 20 min me pareció mucho tiempo) oí a L toser y creo que recordaré como suena su tos siempre, oí a A abrir su armario y cerrarlo de golpe como solía hacer y esta vez en vez de sacarme de quicio, sonreí y sé que lo añoraré por mucho que me pese.

Esta mañana cuando me dirigía a mi trabajo sabía que era la última vez que me dirigía desde mi casa hasta aquí (la semana que me queda aquí iré a casa de una amiga y el recorrido será distinto), me crucé con la gente con la que me suelo cruzar siempre, y con la que nunca te saludas, la chica que abre la peluquería, el chico que va siempre con su mochila, la madre que lleva a la niña al colegio y que la has visto crecer durante estos años, el zapatero que siempre te saluda aunque solo haya ido 2 veces a su tienda, el hombre de los periódicos, el chico que reparte los periódicos gratuitos...
A todos ellos les echaré de menos de alguna forma. Lo que no echaré de menos para nada es el tráfico, los coches pitando (pondría una multa del 10 a cada uno que utiliza el claxón porque sí)
Todo esto venía pensando y sintiendo a la vez que escuchaba a los DelTonos .
Pero como dice una amiga “nunca es la última, siempre la penúltima”