jueves, octubre 14, 2010

Divagaciones

El otro día fui a ver-escuchar a este autor me encantó escucharle, divertido, ingenioso y unas cuantas verdades como puños. Vino a decir entre otras muchas cosas que la felicidad es una cuestión relativa, todo según con qué se compare, con qué recuerdos nos deje.
Personalmente creo que siempre el último amor es el más fuerte, que siempre la última risa fue más sincera, es tan difícil medir ciertas cosas…

Veo como una buena amiga piensa que su último chico fue el mejor de todos, no le critica ninguno de sus comportamientos con ella y piensa que todo con él es nuevamente posible, está dispuesta a dejarlo todo, como en la canción “si tu me dices ven, lo dejo todo…” trabajo, familia, amigos, país … basta que él mueva un dedo, le haga el mínimo gesto y ella irá allí.

Otra amiga se vuelve a enredar en una relación amor-odio, con el que fue su “rollo” cuando eran más jóvenes, él ya está casado, padre de un niño … ella pone como disculpa el alcohol, y yo le digo que los niños y los borrachos son los que dicen la verdad, que llevan mucho tiempo jugando al gato y al ratón, creo que él es de esos que echa de menos su etapa de libertad, y juega a rememorar, creo que ella va de moderna y de chula, y creo que saldrá rebotada de todo este lío…

Qué bien se ve todo desde la barrera, observo a mis amigas, adivino sus movimientos antes de que ocurran, cuando era yo la protagonista de mi historia, sabía hacía donde iba, y no me importaba, quería arriesgar…y perdí.


Cuánto daría ahora por poder volver a arriesgar, con otro protagonista a mi lado, pero cuánto daría yo…?