jueves, octubre 06, 2005

Mudanzas

El fin de semana fue matador, el viernes a la tarde tocó empaquetar todo lo que me quedaba en la casa, o mejor dicho en mi habitación, lo cual no era poco, no doy crédito a todo lo que se puede tener en una sola habitación, creo que si alguna vez me tengo que mudar de un piso que sea entero mío va a ser horrible.

Gracias a mi amiga M que vino a ayudarme porque hubo un momento que casi me entra un ataque de ansiedad a ver tal cantidad de cosas y la imposibilidad de organizar y guardar todo, además el tema se complicó cuando vino el Intruso a seguir enseñando el piso a gente para alquilar las otras habitaciones; a eso de las 8 metimos todo en el coche de M y camino a casa de A a dejar parte de mis pertenencias, vuelta a casa, ducha y quedamos con M, A, X y A a cenar nos reímos bastante, no hay nada como una reunión de amigos. (bueno sí hay otras cosas pero en esos momentos pienso que es lo mejor del mundo)

Después A se marchó y nosotros nos fuimos al Penta como no podía ser de otra forma, uno de mis bares favoritos aquí, cuando sonó la chica de ayer, a M le dio por llorar y claro seguí yo, nos fundimos en un largo abrazo, y salimos de allí camino a otro bar, cuando llegamos estábamos bastante cansados, la gente era más joven que nosotros y a eso de las 6 llegamos a casa.

Dormí poco a las 8 en pie, cerrar las últimas cajas, recoger un poco la casa para los nuevos inquilinos, hasta quien lo diría me dio pena despedirme de mi casero, quien se ofreció a llevarme con el coche donde hiciese falta.

Salí de la casa rápido casi mirando al suelo no quería mirar ni detenerme por qué sé que lloraría, así rápido casi sin mirar, solo de reojo. Subí al coche de M callada, no podía hablar, y ella lo respetó, puso un CD de Fito y salimos de allí, miraba de reojo el retrovisor viendo como se alejaba la calle en la que he vivido durante todo este tiempo.

Llegué a casa de A, donde desembarqué con lo que quedaba de mis pertenencias, nos fuimos a comer y ya a la estación donde llegué con cuatro maletones, gracias a que me ayudaron M y A, intentando disimular que las 4 maletas no eran mías por si me decían algo los del bus, pero no fue así.

El domingo levantarme pronto llevar cosas a la casa nueva y volver a Madrid con el coche para lo que será la mudanza del resto de cosas.
El viaje de vuelta fue bien, me gusta conducir y escuchar música, pero el viaje de regreso definitivo se augura demoledor, y lleno de lágrimas.
Tengo todas mis cosas repartidas entre la casa de A, de X y de A, y gran parte que ya me he ido llevando a mi ciudad, no doy crédito, llegué solo con una maleta y mi motxila, y me llevo un montón de cosas, que justo cabrían en una furgoneta.