No sé como titularlo
Bueno que semana más perezosa que llevo, tngo un trabajo pendiente de hacer y las motivaciones son 0, con lo cual no hago más que olgazonear, revolotear por internet y entretenerme en cosas de trabajo que no debería pero me "apetecen" más.
El finde en casa fue desastroso, llegué de mal humor, de ese mal humor que se te pone y no sabes bien por qué, y sin quere lo acabas pagando con las personas que más te quieren (lease mis padres, hermanos y demás familia) y a medida de que ellos intentan llenarte de atenciones y complacerte en todo se te va poniendo pero humor, y me vine con una pena grande, pensando en que soy una egoista y que si no sé qué hacer con mi vida no lo debería pagar con ellos.
Ir me encanta....pero me sigue dando miedo....mal muy mal no sé si la vuelta planeada para dentro de 2 años a este paso no va a poder ser ... lo cual me sume en un peor humor.
Esta semana está lloviendo y me gusta porque supongo que acompaña a mi estado de ánimo, gris y lloroso, con viento que me lleva a imaginar situaciones y revuelve mi alma, mi corazón y todo.
Un desastre! q voy a hacer conmigo?
Me gusta mirar por la vnetana que tengo enfrente del trabajo no es muy alentador así de entrada, un edificio gris , pero también se ven árboles de un pequeño jardín que hay justo debajo, un árbol sin hojas (lleva así mucho tiempo, quizás esté muerto?), otro un platanero al cual se le van amarillando las hojas, se caen y llenan el suelo (a los barrenderos no les hará ninguna gracia) y un pino con cun color verde precioso (os he comentado alguna vez que es mi color favorito?? verde esperanza... de que todo cambien :-)
Y al fondo se ven unas escaleras que llevan a una callejula, justo encima una farola muy chula, muy normal pero me gsutsa, unos cables que les pasa por encima destartalados, cruzan la calle de fachada a fachada, fachadas que son rectas y cortan el cielo.
Una canción: mmm ahora mismo ninguna solo el sonido de mi teclado y la voz de mis compañeros, la máquina de café preparando una ración de cafeina
Algo bueno de hoy: la reserva hecha para ir a Córdoba en diciembre, y el hombre amable al otro lado del teléfono
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