Llueven hojas
Sí, llueven hojas, eso es lo que veo desde la ventana de mi trabajo, no quiero despacho, los despachos en mi oficina no tienen ventanas, sólo los de los directores (y está claro que para ser directora ... me quedaría un montón por no decir imposible). Mi mesa está cerca de la ventana y el paisaje me gusta, al otro lado un edificio, pero en medio árboles de la avenida, grandes, enormes, con un montón de hojas, que van cambiando de color, ahora están amarillas, mucho, y hoy llueve y ellas ya no tienen mucha fuerza para quedarse en el árbol, asi que de pronto con un poco de viento y lluvia empiezan a caer un montón sobre la acera, luego para, se detiene y viene otra vez la calma. Poco a poco se ve más las ramas, y el tronco, un tronco negro, no es marrón, es negro, supongo que debido a la contaminación. También se van viendo más las ventanas del otro edificio y ésto podría ser casi una ventana indiscreta.
Me gusta esta época y sus colores, pero no me quiero someter a la melancolía que a veces desprende. Veo lla lluvia a caer y me gusta, y sé que a él también, su recuerdo viene, y no quiero lo vuelvo a lanzar lejos de mi, no quiero añorarle, no quiero echarle de menos, y mi mente crea mecanismos de defensa, es cuestión de sobrevivir, y sobre todo de vivir, recuerdo una pintada que había cerca de mi casa cuando era pequeña "Sobrevivir no es vivir", y yo no quiero sobrevivir, quiero vivir y disfrutar de lo que el día que viene me trae y sacarlo de mi mundo como si nunca hubiese existido, nuevos aires, nueva gente, nuevas ilusiones.
Leyendo: La compañía de la seda
Escuchando: The River (Bruce Springsteen) (ya falta menos!)
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