viernes, octubre 05, 2007

4-O

Durante este verano ha habido encuentros con alguna que otra persona que no espera ver, bueno en realidad siempre sabes que la posibilidad existe, porque al fin de al cabo no vivimos tan lejos el uno del otro, pero en verano siempre es más fácil verte y todos nos concentramos en los mismos sitios en torno a las fiestas.

A principios de año conocí a I, quedamos un par de veces y pasó lo inevitable (bueno quizás fuera evitable) y luego como siempre me pasa desapareció, y no volvió a dar señales de vida, tampoco insistí, si envías un sms proponiendo quedar y la otra persona no contesta ... es porque no tiene ningún interés.

Bueno a lo que iba noche de fiesta, mucha gente, miedo de encontrarme con A, pero logré desconectar y me lo pasé genial, caras conocidas, risas y demás. Y de repente aparece I directo hacia mi, he de reconocer que estaba guapo, moreno, se había dejado barba... y me sorprendió verle. Apenas teniamos nada que decirnos, porque apenas nos conocemos, él le dijo a una amiga mía que nos dejase solos porq tenía que hablar conmigo, y lo único que me dice es que a ver cuando quedamos para ir al cine o ver una exposición de arte, yo le digo que cuando quiera q me llame, y se marcha, así sin más y yo pienso “para eso has echado a mi amiga??” Primero pensé que llamaría, al día siguiente despueés de dormir bien y con la cabeza más despejada me di cuenta de que no lo haría. Sinceramente para eso hubiese sido mejor que se callase la boca, y no dijese nada, de verdad que es hablar por hablar.

Pasaron los días y llegaron otras fiestas, risas de nuevo, no paramos de hablar con un montón de gente que no conociamos de nada y otros sí, de repente aparece D, un chico que conocí en Madrid, hermano de una amiga de una amiga, le suelo ver en alguna fiesta que otra y siempre nos limitamos a un saludo, pero esa noche nos paramos a hablar cada vez que nos encontrábamos, alargábamos las despedidas en exceso, y una de las amigas que se quedaban a dormir en mi casa a (se quedaban las 3 a dormir en mi casa, en verano esto ocurre con frencuencia, mi casa se convierte en centro de operaciones) a la primera de cambio me dijo: “no quiero oir ni un ruido cuando te lo traigas a casa” y yo le miré incrédula, diciendo “pero si no hay nada! No digas tonterías!”

La noche iba trascurriendo entre apareciones de viejas glorias, imprescindibles, prescindibles que nunca fallan ... El final de la fiesta se acercaba y a esas horas todo el mundo anda buscando alguien, demostrado, últimas fiestas, última noche, última hora ... en estas estábamos cuando apareciendo I directo a mi, agarrándome de la cintura y se acercaba demasiado, (o nunca es demasiado, depende de quién se trate) pero otra vez en 2 minutos desapareció, él dijo un “ya nos vemos!” y yo le dije “no hombre no te vayas, sí sí... nos vemos... si luego no llamas” pero le dejé ir (tampoco le hubiese podido retener supongo) xq vi que se acercaba D, vuelta a hablar hablar hablar, en estas sin saber cómo me había cogido de la mano y en estas sin saber cómo tampoco me empezó a besar, y así seguimos un buen rato dando el espectáculo, mientras yo oía a mis amigas decir eso de “a la campa!”

Bueno como mis amigas tenían llave de mi casa, se fueron, yo me quedé con D, intentnado decidir dónde ir para estar más tranquilos, y de repente le veo a I detrás mirándonos mientras hablaba por el movil, cosas que pasan supongo. (mis amigas me dirían más tarde que cuando yo me fui con D, I preguntó insistentemente por mí, que dónde estaba, logicamente mis amigas no le dijeron nada)

D quería buscar un hotel, yo no estaba tan segura de querer llegar a la base, aparte de sólo llevar 10 euros, él llevaba tarjeta, pero yo eludí el tema de buscar un hotel, y allí seguimos, al final llegué a casa a las 10 de la mañana con una sonrisa, y con sueño pero con unos nervios que me impedieron dormir. Él insinuó que quizás otro finde .. quedar otro finde, le pregunté si quería mi telf, contestó que sí, él dijo que no vendría hasta finales de septiembre, cuando llegué a casa tenía 2 llamadas perdidas de él. He de confesar que cuando me bajé del metro pensé q no me llamaría, pero cuanod llegué a casa y vi las llamadas perdidas pensé que sí.


To be continued